Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

sábado, 30 de enero de 2010

Cracovia y Roma: Dos Iglesias hermanas (7)


Cracovia y Roma: Dos Iglesias hermanas (7)
6 de 10 “capitulos” de la ponencia de Mons. Stanislaw Rylko / Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos

“Habíamos ya dicho que en el ministerio episcopal de Karol Wojtyla la figura de San Estanislao no solo significo un modelo sino también un programa pastoral. Pero que programa? Para el obispo Estanislao, el hilo conductor del trabajo pastoral fue la reforma de la Iglesia querida por Gregorio VII y lo pago con su vida derramando su propia sangre. Después de 900 años fue el Concilio Vaticano II que orientó la tarea pastoral de Karol Wojtyla. El fue un obispo del Concilio, en el sentido más pleno de la palabra. Participo en todas las sesiones del Vaticano II y colaboró, de manera directa, sobre todo en la compilación del famoso Esquema XIII, la futura Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo Gaudium et Spes. Consideraba cada desspedida para tomar parte en las sesiones conciliares como una verdadera peregrinación de la tumba de San Estanislao a la tumba de San Pedro. La unión entre Cracovia y Roma era palpable. Después del Concilio el Arzobispo de Cracovia, con el libro «A las fuentes de la Renovación. Estudio sobre la aplicación del Concilio Vaticano II» quería darle a su Iglesia una clave de lectura de los documentos conciliares y una guía para su implementación. En las conclusiones se lee: “Al encarar este estudio el autor de alguna manera quería retribuir lo recibido en el Concilio Vaticano II. Pero retribuir significa en este caso actuar”
Para conmemorar el IX centenario de la llamada de San Estanislao al obispado de Cracovia, Karol Wojtyla convocó un sínodo pastoral para la Arquidiócesis, dedicado por entero a la aplicación del Concilio Vaticano II, tarea que debía durar siete años, desde 1972 a 1979. Al anunciar aquel importante acontecimiento eclesial escribía: «Con estos trabajos queremos realizar una profunda aplicación del Concilio, deseamos asumir el Concilio Vaticano II, acoger sus contenidos, acoger su doctrina, acoger su orientación pastoral. Acoger todo esto significa tomar posesión, adoptarlo como propio, lo cual nuevamente nos recuerda aquella relación esencial en la cual toda Iglesia particular, toda diócesis tiene con la Iglesia universal» Y de esta manera explicaba la estrechísima relación del acontecimiento con el aniversario de San Estanislao. «Hemos querido unir este esfuerzo histórico de la Iglesia de Cracovia en este tiempo postconciliar con el aniversario de San Estanislao, con el IX Centenario de su servicio pastoral en la cátedra de Cracovia. Tal como el, acorde a su tiempo, se esforzó por conducir la fe de nuestros progenitores a su madurez, así también a nosotros el Concilio Vaticano II nos ha dado las indicaciones y dirigido la llamada a conducir nuestra fe a aquella madurez que requiere nuestro propio tiempo» En la vida de la iglesia de Cracovia inició asi un periodo de estudio y de oración muy intenso, que junto a sacerdotes y religiosos, involucró exhaustivamente todos los estratos de la sociedad. La experiencia de este Sínodo, de una formulación tan nueva, produjo frutos extraordinariamente ricos, que siguen nutriendo hoy a la Iglesia Cracovia. La Divina Providencia ha querido que fuese precisamente Karol Wojtyla quien concluyera solemnemente los trabajos y promulgare los documentos en la Catedral de Wawel, el 8 de junio de 1979, ya siendo Papa, durante su primera visita pastoral a Polonia. Con gran emoción expresó en aquella ocasión: « Se realiza hoy un ardiente deseo de mi corazón. El Señor Jesús, que me llamó estando yo en esta sede de San Estanislao, en vísperas de su IX centenario, me permite participar en la clausura del Sínodo de la archidiócesis de Kraków» Cuan inescrutables son los designios
del Señor!

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